También llamada Cala Cap Blanc, es la última del municipio antes de llegar a Benissa y es un pequeño tesoro que merece la pena visitar, es una cala pequeña, de 190 metros de largo y 8 metros de ancho y es de las menos frecuentadas de Moraira. Está en una zona de difícil acceso pero se ha adecuado en los últimos años con lo que ahora se puede acceder a ella a través de una escalera, la cala es toda de roca, por lo que se recomienda llevar calzado adecuado o escarpines para poder disfrutar de ella. En uno de los laterales de la playa hay unas escaleras de hierro para acceder directamente al mar.
Se llega a ella a través de la Carretera Moraira a Calpe y el último tramo hay que hacerlo a pie. Ya al comenzar el sendero para bajar a la playa podemos contemplar el magnífico paisaje de mar y acantilados con el Peñón de Ifach y la ciudad de Calpe al fondo.
Sus aguas cristalinas de un bonito color turquesa la hacen especialmente recomendable para hacer snorkel, ya que hay muchísima vida marina y es muy fácil apreciar la fauna y flora típica de la zona, desde numerosos peces, a erizos, estrellas de mar, anemonas, pulpos, etc.. también es un punto ideal para pasar un día de pesca, igualmente es un punto excelente para el avistamiento de aves.

Para los días de verano, recomendamos llevar bebida y comida, así como todo lo necesario para pasar el día ya que esta playa no dispone de ningún tipo de servicios. No recomendamos esta playa para ir con niños muy pequeños ya que hay otras playas mejor acondicionadas, de arena, y con mayor número de servicios.
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