Acompáñanos a descubrir las mejores calas de este rinconcito del mediterráneo, donde podrás disfrutar del sol, el mar y la tranquilidad, un lugar donde encontrar el equilibrio entre el descanso, el entretenimiento y la diversión.
Benissa es un pueblo lleno de belleza, está situado al norte de la Costa Blanca, y su costa está llena de pequeñas calas que hacen las delicias de quien busca un oasis de relajación y tranquilidad, algo que las playas grandes no pueden proporcionar.
En definitiva, si visitas esta localidad, no te pierdas ninguna de estas 3 calas:
Cala Pinets
La primera de las calas de las que os vamos a hablar es de la paradisíaca Cala Pinets, una playa en la que uno se siente un privilegiado por la tranquilidad de la zona y la paz que transmite este bello rincón repleto de pinos, arena y roca. Sus aguas cristalinas son la opción perfecta para darse un relajado y merecido baño, además esta cala salvaje, compuesta de canto rodado y piedra, te dará la posibilidad de visitar su zona de la ‘’Mar Morta’’, una lengua de mar de poca profundidad protegida por rocas que resguardan el lugar del oleaje, un lugar ideal para visitar con los niños.
También podrás conocer ‘’Roques Negres’’, unas grandes formaciones rocosas lisas sobre las que uno se puede acostar, de un característico color rojizo debido a la composición en hierro que tienen dichas rocas.
Es cierto que en esta cala no encontrarás servicios pero a pocos minutos andando nos encontraremos con la Playa de la Fustera, donde podrás encontrar duchas, baños y servicio de bar/restaurante.
Esta cala cuenta con 20 metros de longitud y 6 metros de ancho, tiene una ocupación media – alta en verano y su acceso es fácil.

Cala Baladrar
En segundo lugar nos dirigiremos hasta la Cala del Baladrar, una playa de cantos rodados y piedras donde te harán falta los escarpines y la cámara, porque su belleza con el Peñón de Ifach al fondo será digno de inmortalizar, sobre todo si la visitas y te quedas hasta que atardezca.
Esta cala la descubrirás al final de un sendero de escaleras que se abre entre acantilados y pinos, gracias a ellos queda protegida la cala de forma natural y no deja pasar el viento, dejando una asombrosa cala de azules intensos, aguas cristalinas y poca profundidad, en la que relajarse y disfrutar junto a la familia de un día de playa maravilloso.
Además es perfecta para practicar buceo y snorkel por su riqueza en fauna y flora marina.
Cuenta con una longitud de 150 metros y 25 metros de ancho, tiene una ocupación de nivel medio en verano y su acceso es fácil. También tiene una zona de merendero en la formación de pinos que se alza en el acceso de la playa y además cuenta con un pequeño chiringuito con música en vivo en las tardes de verano, un lugar ideal para desconectar y disfrutar.

Cala l’Advocat
Y por último nos vamos hasta un lugar donde podremos pasar un día de sol y mar con todos los servicios de una playa urbana pero en un precioso paraje, hablamos de la Cala de l’Advocat.
Esta cala paradisíaca protegida por ‘’El Cantalar’’, un acantilado de 47 metros que se adentra en el mar formando el marco perfecto para una fotografía de postal.
También es característica por la protección que le otorga un dique en el que la gente toma el sol y pasea tranquilamente hasta el mar, proporcionando a la cala un aspecto de piscina natural.
La cala Advocat es ideal para pasar un día de playa en familia, ya que es perfecta para los niños por su composición de arena fina y aguas tranquilas. Además es una cala indicada para realizar deportes acuáticos como kayak o snorkel, con el que te sorprenderás de su fauna marina, gracias a su maravilloso entorno submarino.
Quizás esta sea de las calas más visitadas de la zona, por ello recomendamos su visita en los meses previos al verano.
Cuenta con una longitud de 45 metros y 8 metros de ancho, tiene una ocupación alta en verano y su acceso es fácil. En ella encontrarás servicio de lavapiés y duchas, además de bar/restaurante donde podrás disfrutar de una copa al atardecer en un lugar privilegiado.