En la Costa Blanca vive tus sueños

El encanto de una tierra, su gente y sus costumbres.

En este Block te vamos a dar todos los secretos que esconde esta zona. Lo que le da una fama incomparable de embrujar al turista y atraparlo hasta que haga de sus vacaciones las más recordadas de toda la vida.

La Costa Blanca es azul. En ella se encuentran las mejores playas para disfrutar del sol y las irrepetibles calas para desconectar de todo. Son más de 170 playas y calas. El azul es también el color de las banderas que coronan más de 81 playa de ellas. Lo que garantiza la calidad de sus aguas, la belleza de su naturaleza y porque no, el cuidado que les prestan sus vecinos.

A parte de las playas abiertas para el baño corriente, en la costa Blanca nos encontramos con playas nudistas y playas abiertas para las mascotas de la casa.

Esta zona aparte de ser valorada por sus playas y acantilados también destaca por ser la segunda zona más montañosa de España. Incluye  más de 50 cimas de 1.000 metros.  Los amantes de la montaña pueden disfrutar de rutas de senderismo como de paredes para escalar y de barrancos con accesos secretos y pasadizos legendarios sin olvidar cuevas con encanto histórico que puede variar desde cuevas con pinturas rupestres hasta agujeros hechos por los moriscos de la zona…

También estas montañas ofrecen varios castillos y fortalezas que desafían el paso del tiempo. Esta ruta te da la posibilidad de acceder a una experiencia radicalmente distinta. El relieve accidentado de las cordilleras prelitorales y la apacible vida de los pueblos de montaña se ofrecen como alternativa al bullicio costero. Las fortalezas ubicadas en los roquedos y crestas calizas sobrevuelan espectaculares valles surcados por riachuelos feraces. En medio de este paisaje, especialmente recomendable para los amantes del senderismo, los platos de cuchara y el callejeo por pequeños pueblos, se erigen las fortalezas que controlara el mítico caudillo Al Azraq y que, más tarde, tras la reconquista cristiana, pasaron a manos de órdenes militares, como las de Montesa, Hospital o El Temple.
La huella árabe sigue presente, en los recodos de las villas, antiguas alquerías, donde proliferan torres almohades, rehabilitadas como miradores para el disfrute contemplativo del viajero sin prisas.

También permanece este eco oriental en los despoblados moriscos y en los recintos amurallados de las morerías. Una huella indeleble, que constatan las líneas de bancales construidos con piedra seca y que riegan los caudales que discurren, desde azudes, por azarbes y acequias.​

Se pueden destacar en este campo el Castell de Guadalest, el Castell de Forna, sin olvidarnos de los monasterios y las ermitas que llenan de espiritualidad la zona y les da este aire místico.

También cabe señalar que esta zona es una atracción sin igual para los amantes del pedal que adoran luchar contra sus carreteras serpentinas y con altura sin perder de vista el mare nostrum que es la imagen de fondo que nos acompaña en el día a día.

Todo lo que hemos descrito hasta ahora es un entorno donde se desarrolla una rica variedad cultural que la podemos saborear en la rica gastronomía local y en su variedad tan extensa. También en su música y sus fiestas.

Hablando de las fiestas de la costa Blanca te podemos asegurar que son unas ocasiones muy enriquecedoras que se celebran en diferentes ocasiones a lo largo del año y donde el turista se funde con la gente local ya que estos  últimos saben acoger al prójimo y darle lo mejor.

La fiesta en la Costa Blanca es cultura, es historia, y es disfrute. En verano la fiesta es asegurada para todos los días. Por ejemplo en la zona de la marina alta y precisamente en Benissa, y alrededores todas las semanas una de las partidas o barrios celebra sus fiestas patronales. Se pueden destacar las fiestas del Barrio San Antonio, Fiestas de San Jaime en la partida Benimarco donde dos pueblos vecinos (Benissa y Teulada) se funden en una fiesta durante varios días. Fiestas de Pedramala. Fiestas de Pinos y muchas más porque el verano es para vivirlo en la Costa Blanca.

La Costa Blanca es un parque natural y como se ha mencionado antes al ser la segunda provincia más montañosa de España hace de este territorio un espacio exclusivo en el que pasar de un valle a una cima de más de 1.000 metros en un mismo recorrido –con los 1.550 metros de Aitana y los 1.436 del Puig Campana–, o descubrir vegetación autóctona y única en toda España, además de bosques ya protegidos y ya escasos en Europa, como el de tilos en Sierra Mariola.

Precisamente este parque natural se lleva la palma ofreciendo unas vistas espectaculares y un herbario natural de plantas aromáticas y medicinales que no se pueden encontrar en otro lugar. Además la naturaleza invita a visitar la Sierra de Maigmó, que ofrece una de las vistas más espectaculares de la costa. El parque natural del Montgó y su flora singular que desciende hasta el mediterráneo para abrazar una fauna marítima variada.

​Y de la montaña a los valles que miran de soslayo a las montañas que los acunan a más de 900 metros de altura. La Vall d’Alcalà, Vall d’Ebo, La Vall de Laguar, donde se encuentra el abrupto Barranc de l’infern, la Vall de Pop, Vall de Gallinera o el Valle del Vinalopó, con Denominación de Origen para su uva de mesa, están plagados de riquezas naturales que no hay que perderse.​​

Resumiendo nos vamos a permitir el detalle de darles a nuestros clientes 10 rutas costeras para disfrutar del senderismo y las aguas del mediterráneo que sólo la Costa Blanca sabe juntar.

1-El Sendero Ecológico de la Costa de Benissa

Este sendero ecológico nos llevará a visitar unas calas de las más bonitas de la Costa Blanca como Cala Baladrar, Cala la Fustera y la LLobella y muchas más. Es una ruta muy sencilla apta para todo el público, con paneles explicativos para entender y valorar mejor nuestro patrimonio ambiental

 2-Subida al Peñon d’Ifach

En todo lo alto, esta singular mole rocosa alcanza los 332 metros de altura y permite disfrutar de unas vistas extraordinarias desde su cima. El Penyal d’Ifac es todo un símbolo de la Costa Blanca, un hito paisajístico de primer orden. Fue declarado Parque Natural en 1987, siendo a día de hoy el espacio protegido más visitado de la Comunidad Valenciana. Esta figura de protección, afortunadamente, ha permitido la conservación de especies de flora endémicas, que solamente crecen aquí, desafiando a la gravedad, a los vientos y al salitre marino. También ha permitido que el peñón sea un refugio para muchas especies de aves, cuyo hábitat por desgracia va menguando a medida que aumenta la zona urbanizada de nuestra provincia. Por todo esto, y mucho más, sin duda el Penyal d’Ifac merece ocupar un lugar en esta lista de rutas para disfrutar de la costa!

3-Travesía de la Serra Gelada

Desde Calp, nos desplazamos hacia el sur para visitar otro de nuestros espacios naturales protegidos: El Parque Natural de la Serra Gelada. Esta impresionante sierra costera, cuyos acantilados se encuentran entre los más altos de Europa, nos ofrece diferentes rutas para disfrutar de su variada flora y fauna. En esta ocasión, vamos a realizar la travesía a lo largo de toda su cresta, lo que proporciona unas impresionantes vistas sobre el mar. Una ruta exigente desde el punto de vista físico, pero también una de las más satisfactorias de la provincia.

4-Ruta del Faro de l’Albir

 

Nos quedamos en el Parque Natural de la Serra Gelada, para disfrutar de otra de sus rutas: el agradable y accesible paseo hasta el Faro de l’Albir. Una ruta apta para todos los públicos, una “vieja conocida” de nuestro blog, pero que nos gusta tanto que no podemos dejar de recomendar. Al igual que la ruta anterior, comienza en el centro de recepción de visitantes de l’Albir. Desde aquí, dos kilómetros y medio de pista asfaltada nos separan del precioso faro. A lo largo de todo el recorrido, disfrutaremos de unas excelentes vistas de la Bahía de Altea, así como de las montañas de la zona, y del propio Penyal d’Ifac en el horizonte. Imprescindible!

5-El Sendero de la Costa de la Vila Joiosa

Continuamos nuestro viaje al sur para llegar a la Vila Joiosa, precioso pueblo con tradición marinera. Este sendero lineal nos va a permitir disfrutar de un tramo de costa sin urbanizar, de unos 4 kilómetros de longitud, comprendido entre la Platja el Torres y la Cala de Finestrat. Una ruta muy sencilla y con muchos atractivos, como la preciosa cala naturista El Racó del Conill, o la antigua torre vigía para la defensa de la costa: la Torre del Aguiló.

6-La Cova Tallada

Volvemos a la comarca de la Marina Alta para recomendar una ruta que a estas alturas ya muchos conocen. La Cova Tallada es una impresionante caverna a orillas del mar, mitad natural y mitad artificial, oculta entre los acantilados de la Reserva Marina del Cap de Sant Antoni, a caballo entre Dènia y Xàbia. Se trata de un destino que, tristemente, ha sido noticia por la masificación que ha sufrido durante los últimos años, especialmente en los meses de verano.

Nosotros os proponemos visitarla ahora, fuera de temporada, y si es posible un día entre semana. Os proponemos acceder a ella como lo que es: un lugar sagrado, un templo de la naturaleza, una puerta de entrada al interior de la Madre Tierra. Probad a cruzar su umbral en silencio, dejando que sea el murmullo de las olas el único sonido que resuene en las altas bóvedas de la gruta. Escuchad en silencio, dejaos invadir por el eco de sus rocas, pues sólo así llegaréis a descubrir el verdadero tesoro que alberga…

7-El Castell de la Granadella

Unos kilómetros más al sur, en el término municipal de Xàbia, encontramos una de las calas más famosas y queridas de nuestra provincia: la Cala Granadella. Este es el punto de partida de una ruta corta pero un tanto complicada técnicamente, pues encontramos un par de trepadas equipadas con cadenas. Nada realmente difícil para gente con experiencia en montaña, aunque probablemente no apropiada para niños. En cualquier caso, como la mayoría de rutas en este listado, es la perfecta combinación entre playa y montaña. El sendero PR-CV 354 nos llevará hasta el Morro del Castell, donde podremos visitar las ruinas de un antiguo torreón, que fue construido en el siglo XVIII con propósitos defensivos. Aquí también os proponemos un juego: dejaos empapar por la historia del lugar, dejad que hablen las piedras, e imaginad que sois los vigías de la torre, atentos a la posible entrada de navíos corsarios, en comunicación con vuestros compañeros de la Torre de Ambolo, al otro lado de la bahía…

8-El Cap Prim y la Cala Sardinera

Cerrando la Bahía de Xábia por el sur, encontramos el formidable Cap Prim, una estrecha lengua de tierra que se adentra en el mar, dando cobijo a la Cala Sardinera. El sencillo recorrido a pie parte del Mirador de la Creu del Portitxol, y proporciona unas fenomenales vistas del Montgó y de su prolongación hacia el mar: el Cap de Sant Antoni. Además, en esta singular porción de la costa de Xábia, encontramos algunas de las mejores calas de la provincia, como la Cala Barraca o Portitxol. Esta última también se puede visitar a pie, partiendo igualmente el sendero de la Creu del Portitxol.

9-La Ruta de los Acantilados de Benitatxell

Seguimos moviéndonos al sur, y así llegamos a la costa de El Poble Nou de Benitatxell, famosa por sus impresionantes acantilados y hermosas calas de aguas cristalinas. Esta ruta se ha vuelto muy popular en los últimos años, y de forma merecida: se trata de una ruta sencilla que nos permitirá gozar de unas excelentes vistas y, si el tiempo acompaña, bañarnos en una de las últimas calas vírgenes de la provincia: la Cala LLebeig.

Debido a su popularidad, de nuevo recomendamos visitarla fuera de temporada, y evitar los días festivos o fines de semana. Como en la Cova Tallada, estamos en entornos naturales sometidos a una alta presión ambiental, por lo que conviene extremar los cuidados: no dejar basura, no dañar la flora ni la fauna, no salirse del sendero, etc.

10-La Torre vigía del Cap d’Or

Un poco más al sur, entrando en la costa de Teulada-Moraira, alcanzamos el Cap d’Or. El punto donde terminan los impresionantes acantilados de Benitatxell, que a su vez da cobijo al precioso Portet de Moraira. El Cap d’Or es una impresionante atalaya que alcanza los 165 metros de altura, lugar elegido para la construcción de una torre vigía en el siglo XVI. Esta sencilla ruta nos llevará hasta uno de los mejores miradores de la Marina Alta, con vistas al Penyal d’Ifac, entre otros relieves.

Disfruta al máximo tus vacaciones con el alquiler de villas para vacaciones en  Moraira, Benissa o Calpe

 

Ir al contenido